Ya sea que reconozca las señales de advertencia de agotamiento inminente o que ya haya pasado el punto de ruptura, es importante tratar de superar el agotamiento. Continuar como como si nada está pasando, solo causará más daño emocional y físico.
Es el momento de hacer una pausa y cambiar de dirección aprendiendo cómo puedes ayudarte a ti mismo, a superar el agotamiento y volver a sentirte saludable y positivo.
Los siguientes consejos podrían ayudarte a prevenir o lidiar con el agotamiento, enfrentar los síntomas y recuperar la energía, concentración y sensación de bienestar.
Consejo 1: Recurrir a otras personas
Cuando estás agotado, los problemas parecen insuperables, y es difícil reunir la energía para preocuparte, uno de los pasos más efectivos es acercarse a los demás.
El contacto social es el antídoto natural contra el estrés y hablar cara a cara con un buen oyente, que podría ser un terapista, es una de las formas más rápidas de calmar el sistema nervioso y aliviar el estrés. La persona con la que hablas no tiene que ser capaz de “arreglar” tus factores estresantes; solo tienen que ser un buen oyente, alguien que escuche con atención sin distraerse ni expresar juicios.
Comunícate con las personas más cercanas a ti, como tu pareja, familiares, amigos y tu doctor primario. Abrirte no te convertirá en una carga para los demás. De hecho, la mayoría de los amigos y seres queridos se sentirán halagados de que confíes en ellos y solo fortalecerá vuestra amistad. Trata de que el tiempo que pasas con tus seres queridos sea positivo y agradable.
Se más sociable con tus compañeros de trabajo. Desarrollar amistades con las personas con las que trabajas puede ayudar a protegerte del agotamiento laboral. Cuando te tomes un descanso, por ejemplo, en lugar de tomar tu teléfono, involúcrate con tus colegas. O programa eventos sociales para después del trabajo.
Limita tu contacto con personas negativas. Salir con personas de mentalidad negativa que no hacen más que quejarse solo afectará tu estado de ánimo.
Conéctate con una causa o un grupo comunitario que sea personalmente significativo para ti. Unirse a un grupo religioso, social o de apoyo puede brindarte un lugar para hablar con personas de ideas afines a ti y hacer nuevos amigos.
Ser útil a los demás brinda un inmenso placer y puede ayudar a reducir significativamente el estrés, así como a ampliar tu círculo social.
Consejo 2: Reconocer tus límites.
Es importante conocer los limites personales de actividad física y mental. Para lograr esto es recomendable que tengas un diario, donde anotes tus actividades y síntomas, si estos se están manifestando.
Energía consumida < = Energía Disponible
Mantener la energía que consumes o gastas en niveles de tu energía disponible, permitirá mejores resultados de salud y calidad de vida en comparación con aquellos que gastan en exceso sus niveles de energía.
No te excedas de tus límites. Aprenda a decir “no” a las solicitudes en su tiempo. Si te resulta difícil, recuerde que decir “no” te permite decir “sí” a los compromisos que deseas hacer.
Consejo 3: Replantea tu trabajo
Tener un trabajo que nos permita pagar las facturas, es algo de lo cual debemos estar agradecidos. Trata de encontrar valor en tu trabajo, aunque este sea monótono. Concentrarse en los aspectos positivos, incluso si solo se tratara de charlar con los compañeros durante el almuerzo, ayudara a cambiar de actitud hacia el trabajo y recuperar un sentido de control. Tener amigos con quienes charlar y bromear durante el día puede ayudarte a aliviar el estrés de un trabajo insatisfactorio o exigente, mejorar tu desempeño laboral o simplemente ayudarte a superar un día difícil.
Si el agotamiento parece inevitable, intenta tomar un descanso completo del trabajo. Vete de vacaciones, agota tus días de enfermedad, pide una licencia temporal, cualquier cosa para alejarte de la situación. Utiliza este tiempo libre para recargar tus baterías y buscar otros métodos de recuperación.
Encuentra el equilibrio en tu vida. Si no hay manera que disfrutar tu trabajo, busca significado y satisfacción en otra parte de tu vida: en tu familia, amigos, pasatiempos o trabajo voluntario. Concéntrese en las partes de tu vida que te brindan alegría.
Consejo 4 Reevalúa tus prioridades
El agotamiento es una señal innegable de que algo importante en tu vida no está funcionando. Tómate un tiempo para pensar en tus esperanzas, metas y sueños. ¿Estás descuidando algo que es realmente importante para ti? Esta puede ser una oportunidad para redescubrir lo que realmente te hace feliz, para relajarte, darte tiempo para descansar, reflexionar y sanar.
Tómate un descanso diario de la tecnología. Establece una hora cada día en la que te desconectes por completo. Guarda su computadora portátil, apaga tu teléfono, para que dejes de revisar el correo electrónico o las redes sociales.
Nutre tu lado creativo. La creatividad es un poderoso antídoto contra el agotamiento. Prueba algo nuevo, comienza un proyecto divertido o reanuda tu pasatiempo favorito.
Reserva un tiempo de relajación. Las técnicas de relajación como el yoga, la meditación y la respiración profunda activan la respuesta de relajación del cuerpo, un estado de descanso que es lo opuesto al estrés. Dicen que mirar dibujos animados, o hacer algo que de niño te emocionaba, “regresar a la niñez” te ayuda también con la relajación.
Duerme lo suficiente, sentirte cansado puede exacerbar el agotamiento. Mantén la calma en situaciones estresantes durmiendo bien por la noche.
Limita tu lista de pendientes del día a unas tres por ejemplo y aumenta tu capacidad de concentración en su realización.
Consejo 5: Haz ejercicio físico.
Aunque no tengas ganas de hacer ejercicios, el ejercicio físico es un poderoso antídoto contra el estrés y el agotamiento. También es algo inmediato para mejorar tu estado de ánimo.
Trata de hacer ejercicios durante 30 minutos o más por día o divídelo en actividades cortas de 10 minutos.
El ejercicio rítmico, en el que mueves los brazos y las piernas, es una forma sumamente eficaz de levantar el ánimo, aumentar la energía, agudizar la concentración y relajar la mente y el cuerpo. Intenta caminar, correr, hacer pesas, nadar, practicar artes marciales o bailar. Concéntrate en el movimiento de tu cuerpo, en la naturaleza, así dejas de lado tus pensamientos.
Consejo 6: Ten una dieta Balanceada.
Lo que pones en tu cuerpo puede tener un gran impacto en tu estado de ánimo y niveles de energía a lo largo del día.
Incluye ensaladas en tu dieta diaria, vitaminas, magnesio, consume más ácidos grasos Omega-3 para mejorar tu estado de ánimo.
Minimiza el azúcar y los carbohidratos refinados. Es posible que desee bocadillos azucarados o alimentos reconfortantes como pasta o papas fritas, pero estos alimentos ricos en carbohidratos rápidamente provocan un colapso en el estado de ánimo y la energía.
Reduzca la ingesta elevada de alimentos que pueden afectar negativamente su estado de ánimo, como la cafeína, las grasas no saludables y los alimentos con conservantes químicos u hormonas.
Evite la nicotina. Fumar cuando se siente estresado puede parecer calmante, pero la nicotina es un estimulante poderoso que conduce a niveles de ansiedad más altos, no más bajos.
Bebe alcohol con moderación. El alcohol reduce temporalmente la preocupación, pero demasiado puede causar ansiedad a medida que desaparece.