Patrones de Crianza y Problemas de Conducta

¿Qué son los patrones de crianza?

Son los aprendizajes que recibimos de nuestros padres y de donde aprendemos los valores, normas de conducta, reglas, límites, aspectos positivos y también los negativos.

Estilos de Crianza

  • Autoritario: con actitud crítica, amenazante o violenta
  • Permisivo: consentidor, complaciente y que le cuesta establecer limites
  • Asertivo: justo, democrático, objetivo, cariñoso y equilibrado
Los estilos de crianza pueden afectar la competencia de los niños para desempeñarse en su mundo; sin embargo, los efectos de los diferentes estilos de crianza varían de una cultura a otra y entre subculturas. Universalmente no se puede decir que uno sea mejor que otro, los que, si se enfatiza, es la importancia de que los padres sean cálidos, ya que los padres afectuosos y tiernos, tienden a sonreír a sus hijos con mucha frecuencia. Los elogian y alientan, no recurren a las críticas, al castigo o a las señales de desaprobación. Por otro lado, los padres hostiles critican, castigan, ignoran a sus hijos y pocas veces les expresan afecto y aprobación. El control y la calidez que manifiesten los padres incide de manera directa en la agresividad y la conducta prosocial de los hijos, en su autoconcepto, en su interiorización de los valores morales y en su adquisición de competencia social.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Prácticas de crianza inadecuadas: disciplina inconsistente, inexistencia de normas de comportamiento, inadecuada resolución de problemas, entre otros.
  • Conflictos matrimoniales, divorcio, desestructuración familiar
  • Enfermedad, pobreza, desempleo
  • Excesiva carga laboral en los padres
  • Problemas psicológicos de los padres (ansiedad, depresión)
  • Abuso de sustancias toxicas (drogas, alcohol)

Clasificación de las áreas de funcionamiento conductual y socioemocional infantil y problemas infantiles asociados

Fuente: Wakschlag

Evolución

Consejos para la crianza de un niño

  • Estimule la autoestima de su hijo: sus hijos asimilan su tono de voz, su lenguaje corporal y todas sus expresiones. Sus palabras y acciones como padre tienen un impacto en el desarrollo de su autoestima mas que ninguna otra cosa.
  • Reconozca las buenas acciones: El enfoque mas positivo es reconocer las buenas acciones de los niños: “Hiciste la cama sin que te lo pidiera, ¡Eso es genial!” o “Te estaba mirando mientras jugabas con tu hermana y fuiste muy paciente”. Estos comentarios serán mucho mas eficaces para alentar la buena conducta a largo plazo que las reprimendas continuas.
  • Establezca límites y sea coherente con la disciplina: En todas las casas es necesaria la disciplina. El objetivo de la disciplina es ayudar a que los niños elijan los comportamientos aceptables y aprendan a autocontrolarse.
  • Hágase un tiempo para sus hijos: Es importante que los padres y los niños se reúnan para una comida en familia. levántese 10 minutos antes a la mañana para poder desayunar junto a sus hijos o deje los platos para mas tarde y salga a caminar después de cenar. Programe una “noche especial” cada semana para estar juntos y deje que sus hijos ayuden a decidir como pasar el tiempo.
  • Sea un buen modelo a seguir: Los niños pequeños aprenden mucho sobre como actuar al observar a sus padres. Cuanto mas pequeños, más lo imitan.
  • Haga de la comunicación una prioridad: No puede esperar que los niños hagan todo solo porque usted como padre “así lo dice”. Ellos desean y merecen explicaciones al igual que los adultos. Si no dedicamos tiempo a dar explicaciones, los niños comenzaran a cuestionarse nuestros valores y motivaciones, y si estos tienen fundamentos. Los padres que razonan con sus hijos les permiten entender y aprender sin emitir juicios de valor.
  • Como jefe de familia, tiene fortalezas y debilidades: Reconozca sus habilidades “Soy cariñoso y dedicado”. Prometa trabajar en sus debilidades “Debo ser mas coherente con la disciplina”. Intente tener expectativas realistas para usted, su pareja y sus hijos. No es necesario que sepa todas las respuestas, sea indulgente con usted mismo.

¿Cómo gestionar las rabietas?

  1. Escuchar: Las rabietas tienen de base un sentimiento de frustración, así que escucha sus motivos
  2. Comprender: Ponte a su altura, mirale a los ojos y trasmitele de forma calmada que entiendes su enfado.
  3. Explicar: Con palabras simples le explicas que no es la mejor forma de reaccionar (pero es la que sabe)
  4. Proponer: Ofrécele una alternativa a lo que le enfada pero sin imponérsela.
  5. Reforzar: Cuando se calme, refuérzalo. Le ayudaras a aprender a autorregularse.

La escuela instruye y la familia EDUCA

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