Mi experiencia con el retiro
Durante el primer año de pandemia confirmé una decisión que había venido
dando vueltas desde unos meses atrás, trabajaba como manager en un importante
grupo transnacional energético, me encantaba mi trabajo, pero siempre recordaba
esos momentos cuando tienes 20 años y estas comenzando tu carrera profesional. En
ese entonces mi plan era trabajar dependiente hasta los 40 años y luego dedicarme
a vivir de manera independiente con mis inversiones e ingresos como consultora.
Pasaron los años, me case, tuve 2 hijos, llegue a los 40 y seguí trabajando dependiente. Cuando llegaron los 50, tuve un problema de salud que me llevo a volverme a preguntar, ¿será momento de retirarme? Decidí que aún no y seguí adelante. Los hijos crecieron, acabaron sus carreras y empezaron a trabajar, aun necesitaban de nuestro apoyo para hacer sus especialidades, así que seguí trabajando unos años más. Hubo ciertos eventos importantes en mi familia, que me llevaron a inicios del 2020 a volver a sacar del baúl el plan de retirarme. Aun no decidía fechas ni había hablado con mis jefes, hasta que llego la pandemia en marzo y empezó la vorágine del teletrabajo en pandemia, sin horarios, largas horas de conexión y muchos planes nuevos que, si bien eran interesantes, también me llevaban a preguntarme, ¿no será momento de dejar de trabajar?
Finalmente, tomé la decisión, agradezco a mis jefes y a la compañía que me ayudo a cerrar el vinculo laboral de manera impecable, con todas mis metas y objetivos cumplidos y con un equipo de trabajo consolidado que había logrado la madurez necesaria para poder continuar retadores rumbos con un nuevo líder.
Fue así que laboré hasta el 30 de agosto del 2020 y debo confesar que en los meses siguientes seguía necesitando la adrenalina de la agenda llena. Empecé a aprender nuevas cosas, desarrollar nuevos hobbies y tomarme las cosas con mas calma, pude de nuevo comenzar a viajar (que es una de mis pasiones) y ahora puedo decir con orgullo que tome la decisión correcta en el momento preciso, sigo una rutina de ejercicios para arrancar el día, programo mi agenda de actividades diarias (cursos, reuniones, orientaciones) y me tomo con calma las cosas; en resumen, estoy feliz y muy agradecida por todo el camino recorrido.
Agradezco a mi esposo, mis hijos, mi familia y amigos que me han apoyado y me siguen apoyando tanto, sobre todo a mis ex compañeros de trabajo que siguen al pendiente y son como mi segunda familia.
Gracias Señor por tanto¡¡
Nota: La imagen usada es una serigrafia de Elliot Tupac que me regalo mi primera línea y que me llena de energía cada día. Ocupa un lugar especial en mi hogar y en mi corazón.