Hola, estuve leyendo “Las siete reglas de oro para vivir en pareja” del Dr. John M. Gottman y Nan Silver, y quedé gratamente impresionada, de que, con un poco de trabajo, podemos mejorar nuestra relación de pareja.
¿Podre salvar mi matrimonio?
Esta es una pregunta que muchas parejas que están pasando dificultades se hacen.
El Dr Gottman nos dice que “estos principios son la piedra angular de una terapia a corto plazo, notablemente efectiva”, que ha desarrollado junto con su esposa, Julie Gottman, Doctora en Psicología Clínica, y aplica para matrimonios en crisis o para parejas que quieren hacer más fuerte su relación.
Les resumo brevemente los principios a los que hace referencia el libro, pero les recomiendo que lo lean, realmente vale la pena!.
Lo primero para salvar un matrimonio es reconocer el valor de este, de hecho, una de las principales razones de las separaciones es porque los conyugues no reconocen su valor, y no se dan el respeto y el cuidado que merecen y necesitan.
Primer Principio: Mejora tus mapas de amor.
“No se puede amar lo que no se conoce” dice el dicho, y de eso se trata el “mapa del amor”, se refiere a conocer íntimamente el mundo de tu pareja, sus gustos, sus alegrías, sus penas, atención a los detalles de la vida de tu compañero, recordar los sucesos importantes de la vida del otro, y mantenerse al día de los hechos y los sentimientos del compañero. “Si ella hace una ensalada, sabe cómo le gusta a él el aliño. Si ella trabaja hasta tarde, él le graba en el vídeo su programa favorito porque sabe cuál es y cuándo lo emiten”.
Segundo principio: Cultivar el cariño y la admiración.
Para una relación duradera, el cariño y la admiración son dos de los elementos más importantes.
Si tu matrimonio atraviesa una honda crisis, busca en el pasado los buenos recuerdos, tales ¿cómo se conocieron?, ¿cómo surgió el enamoramiento? ¿que solían hacer cuando salían juntos?, ¿que los hacia reír?
Recordar, es posible les traiga sentimientos positivos. Si no pueden recordar esos buenos momentos, es una señal que el matrimonio necesita ayuda.
Tercer principio: Acercarse al otro.
Si tu pareja está pasando un mal día en el trabajo y le dedicas un minuto para dejarle un mensaje de ánimo en el teléfono, o cuando te habla, en vez de ignorarlo o encogerte de hombros, le tomas atención, o si estas apurado(a), en vez de decirle “no tengo tiempo”, le dices “lo hablamos más tarde”, le estas diciendo que te importa y que lo(a) valoras. Estos breves intercambios diarios, son los que nos acercan a la pareja y nos hace conectarnos emocionalmente y harán que el matrimonio se conserve.
El auténtico secreto para conectar con la pareja es acercarse el uno al otro en las pequeñas cosas de cada día. Seamos conscientes de lo importante que son esos momentos cotidianos, para la estabilidad del matrimonio y también para conservar la pasión.
Cuarto principio: Deja que tu pareja te influya.
Este principio, se refiere a considerar la opinión y los sentimientos de tu pareja a la hora de tomar decisiones. Un matrimonio no puede funcionar a menos que ambos cónyuges se honren y respeten mutuamente.
La famosa “lucha de poder”, es la que puede originar inestabilidad en la pareja. Aun en nuestra época de igualdad entre sexos, todavía hay hombres que se niegan a considerar ninguna opinión de su esposa, y no tienen en cuenta sus ideas o sentimientos a la hora de tomar decisiones. Afortunadamente, la sociedad está evolucionando y cada vez hay más esposos “emocionalmente inteligentes”, que se comprometen más con su familia, lo cual beneficia no solo al matrimonio, sino también a los hijos.
Quinto principio: Resuelve los problemas solubles.
El quinto principio, se refiere, en cierta manera, a los buenos modales. Implica tratar a nuestra pareja con el mismo respeto con que tratamos a otras personas. Muchas veces somos sensibles a los sentimientos de otras personas y no así, con la persona con la que compartimos la vida, y no tiene por qué ser así.
Para enfrentar a esos “problemas solubles”, el Dr. Gottman nos recomienda seguir los siguientes pasos:
- Suavizar el planteamiento de la discusión.
- Aprender a ofrecer y recibir intentos de desagravio.
- Tranquilizarte tú mismo(a) y a tu pareja.
- Llegar a un compromiso.
- Ser tolerante con los defectos del otro.
Sexto principio: Salir del estancamiento.
Uno de los objetivos del matrimonio es ayudarse mutuamente a realizar sus sueños. «Queremos saber lo que el otro desea en la vida», decía una pareja refiriéndose a ella y su esposo. Esto es justamente lo que sucede en las parejas emocionalmente inteligentes. En los matrimonios felices los cónyuges incorporan los objetivos de su pareja en su concepto de matrimonio. Estos objetivos pueden ser concretos, como vivir en cierto tipo de casa u obtener cierta licenciatura universitaria, pero también pueden ser intangibles, como el deseo de sentirse a salvo o de vivir la vida como una gran aventura.
En un matrimonio feliz, ninguno de los cónyuges insistirá o manipulará al otro para que renuncie a sus sueños, sino que trabajarán en equipo. Ambos tendrán en cuenta los deseos del otro.
Séptimo principio: Crear un sentido de trascendencia.
La palabra «cultura» nos sugiere grandes grupos étnicos o incluso países, pero una cultura puede crearse también entre dos personas.
A eso se refiere este principio, a la posibilidad de crear una vida interior juntos, una cultura plena de símbolos, y rituales, y una apreciación de objetivos que lleve a la pareja a comprender lo que significa ser parte de una familia.
Esta es solo una enumeración de los principios que nos recomienda el Dr. Gottman. Si estas pasando por un momento difícil en tu relación o quieres mejorarla, te insto a que leas su libro “Las siete reglas de oro para vivir en pareja”, está lleno de ejemplos y ejercicios que creo te ayudaran.
Una conclusión importante de todo su estudio es que, si a pesar de que han trabajado en su relación, esta no mejora, “no es sensato aguantar un mal matrimonio, ni por el bien de los hijos. Es claramente dañino criar niños en un hogar dominado por la hostilidad entre los padres. Un divorcio pacífico es mejor que un matrimonio en Guerra”.
