“Un Mundo sin quejas”

“Todos los días lo mismo!”, “El servicio es pésimo!”,” Estoy agotada, ¡no doy más!”, “Esto es injusto!”, “Yo quería algo diferente”…

¿Te suena familiar?, es muy común escuchar o decir diariamente frases semejantes, es que, es casi imposible eliminar por completo las quejas de nuestra vida.

Se estima que, en promedio, una persona se queja entre 15 y 30 veces al día.

Mantener una actitud positiva acerca de nuestros propios problemas diarios, puede ser difícil, pero se complica más aun, cuando nos encontramos con frustraciones diarias a nuestro alrededor, por ejemplo, a través de los noticieros, recibimos tantas malas noticias que nos predisponen a la negatividad. Yo hace un buen tiempo, solo veo noticias los domingos, donde hacen un resumen semanal y si algo importante pasara durante la semana, con seguridad alguien me lo comentara.

¿Qué es una queja?

Por definición, una queja es una expresión de insatisfacción, molestia, disgusto o dolor, generando estados de ánimo negativos como rabia, frustración o tristeza, que nos quitan la paz y la alegría.

¿Por qué nos quejamos?

Nos quejamos por que la realidad no satisface nuestras expectativas y, muchas veces nos obsesionamos con lo negativo, de tal manera que nos quitamos la oportunidad y la energía para buscar la solución a eso que nos molesta. También, podríamos estar siendo ingratos con la vida, porque no podemos quejarnos de lo que tenemos y al mismo tiempo ser agradecidos.

“Si algo no te gusta. cámbialo. Si no puedes cambiarlo, cambia tu actitud. No te quejes”.

Maya Angelou

Hay estudios de la Universidad de Stanford, que indican que el estrés causado por las continuas quejas puede tener un impacto negativo y duradero en el cerebro, pudiendo hasta dañar las neuronas del hipocampo, que es la parte del cerebro que se utiliza para la resolución de problemas y el pensamiento inteligente, además de dañar también las relaciones interpersonales.

¿Queja o Desahogo?

La diferencia esencialmente es la actitud. El que busca desahogarse, lo cual es bueno por que somos seres humanos, busca en otra persona consuelo, ayuda, apoyo para superar esa dificultad que lo molesta.

El que se queja, no busca superar las dificultades, no acepta la situación, en cambio busca victimizarse ante ella.

En nuestra cultura de quejas, existen diferentes grados, lo importante es aprender a afrontar las quejas, por que “todo problema tiene solución, así como todo veneno su antídoto”.

El Reto

Will Bowen, en su libro “Un Mundo sin Quejas, nos propone completar veintiún. días sin quejas, criticas o chismes, hasta formar un nuevo hábito, tomando conciencia de nuestras  palabras y pensamientos.

Para esta transformación, una pulsera será la herramienta, la que se utilizará de la siguiente manera:

  1. Comienza a usar la pulsera en cualquiera de las muñecas. Así te encuentras en el primer día de tu camino a los veintiún días consecutivos.
  2. Cuando te encuentras quejándote, criticando, chismeando o, siendo sarcástico mueve la pulsera a la otra muñeca y empieza de nuevo. Estás de vuelta al día 1.
  3. Continua así, por lo general, tarda de cuatro a ocho meses en llegar a veintiún días consecutivos.

Esta es  realmente una propuesta interesante, ¿no te parece?

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1 thought on ““Un Mundo sin quejas””

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